Denethor es el minado y decadente Senescal de Gondor. Sabe que el inevitable enfrentamiento con los ejércitos de Sauron provocará, lo más probable, la caída de Minas Tirith y del reino de los hombres. Preso de una demencia aguda, Denethor ordena un ataque agónico que está condenado al fracaso absoluto.
Este pasaje brilla por el empleo del montaje paralelo para retratar la miseria moral del personaje de Denethor. Las luminosas tomas de los soldados de Gondor avanzando valientemente a su destino fatal se intercalan con unos planos que muestran la gula del Senescal. Destaca sobre todo el uso del sonido para transmitir la repugnancia y la locura de este personaje. La escena mantiene un tono épico gracias al canto de Pippin, melodía que sirve casi de requiem por la absurda muerte de los soldados.
Peter Jackson pone la guinda a su delicioso pastel con el último plano detalle del jugo rojo (de la comida) que cae sobre el mentón de Denethor, remitiendo de esta forma al derramamiento de sangre que el Senescal ha provocado.
Auténtico cine delicatessen.
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