El joven sacerdote Michael Logan es el principal sospechoso de un caso de asesinato en la ciudad de Montréal. Él sabe que es inocente, pero el verdadero culpable del crimen se ha acogido a él en secreto de confesión. Además, para poder demostrar su inocencia, el Padre Logan tendría que poner el peligro la reputación de alguien muy especial en su vida...
"Yo confieso" destaca en la filmografía de Hitchcock como una de sus joyas más interesantes, particularmente debido al modo en que trata los temas del sacrificio personal y del dilema moral. Esta escena ilustra con maestría el tormento espiritual que atraviesa el personaje.
El Padre Logan vaga por las calles de la ciudad; es, literalmente, un alma errante. El travelling avant que se detiene para enmarcar su rostro en un primer plano (se echa las manos a la cara), plasma el sufrimiento que le taladra por dentro. Pero el carácter delicatessen definitivo de este fragmento lo encontramos en el plano general anterior, con la escultura en primer término del Cristo cargando la cruz en el cementerio. El calvario del Padre Logan tiene su resonancia en las notas graves y arrastradas que expresan el esfuerzo de la víctima inocente para caminar hacia el altar donde ha de ser inmolado. Este tramo por delante del cementerio recuerda al instante de duda que experimenta la parte humana de Jesús en el Monte de los Olivos, antes de ser librado a su Pasión.
El plano general de la entrada de la iglesia se convierte en un primer plano del rostro -de nuevo- del Padre Logan, que se aproxima a la cámara y alza la mirada en busca de consuelo. El primer plano delante del cementerio llega por la tensión que hierve en el espíritu del personaje, pero aquí es él quien avanza hasta la cámara; paradójicamente, el sufrimiento le acerca a Dios.
Un detalle: el momento en que mira el escaparate con la ropa de hombre remite a su pasado con una mujer y al conflicto sobre su vocación religiosa. Esto cobra más sentido cuando se ve la película entera.
Mañana 22 de julio se cumple el 45 aniversario de la muerte del legendario Montgomery Clift, protagonista de grandes clásicos como "De aquí a la eternidad" o "Río rojo" , además de "Yo confieso". Aquí un enlace a un vídeo homenaje con música de Roy Orbison, en recuerdo de Montgomery Clift.
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