Iª Guerra Mundial. El oficial británico T.E. Lawrence, al mando de un ejército de los pueblos árabes unidos, dirije el asalto a un tren turco.
Este es el primer post dedicado a la película que "protagoniza" la cabecera de CINE DELICATESSEN: "Lawrence de Arabia". Hoy analizamos el asalto al tren turco; la transición de la cerilla al amanecer en el desierto la dejamos para una ocasión más señalada (los 100 posts o algo por el estilo).
La figura del corresponsal de guerra encargado de seguir las hazañas del coronel T.E. Lawrence concentra los vicios más característicos del periodismo. En esta escena, concretamente, David Lean retrata el sensacionalismo. Y lo hace con elegancia y sutileza.
El primer momento delicatessen llega con el plano del periodista disparando sus fotografías (el significado de la palabra tiene un doble sentido en este contexto). Este plano se intercala con las imágenes de los soldados abriendo fuego sobre el tren. De alguna manera, al posicionarse como un testigo distanciado que considera la matanza un espectáculo, el corresponsal se hace cómplice en la muerte de los pasajeros del tren. No es el autor material de la masacre, pero en cierto modo llega a ser algo parecido a un autor moral. El fotógrafo, al fin y al cabo, también dispara.
"Qué bárbaro. Nunca había visto matar a un hombre de ese modo".
"¿Por qué no saca una foto?" (irónico).
"Ojalá".
Segundo momento delicatessen.
A Lawrence le repugna el horror de la guerra que él mismo lleva a cabo. Pero, paradójicamente, quizás sea más culpable de ella el personaje del periodista, que se fascina ante sus terribles consecuencias.
Habrá más oportunidades de comentar a fondo las joyas estéticas de una de las películas más prodigiosas de la Historia del cine. "Lawrence de Arabia" dará mucho que hablar en CINE DELICATESSEN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario