Porque los capítulos de una serie de televisión se "abren": cada uno es un mundo distinto, y ese mundo necesita referencias propias, desafíos propios y un tablero de juego particular. A mi humilde entender esto es lo que debería aportar la primera escena de un episodio, antes de los títulos de cabecera. Por un lado, se deben colocar las piezas fundamentales y el conflicto principal que las hará gravitar a su alrededor, y por el otro, enganchar al espectador. Situar y cautivar. Al fin y al cabo, lo mismo que para el primer acto de una película.
La casi anónima -injustamente- "Terriers" nos muestra un ejemplo tipo de los elementos que componen una buena escena de "apertura" en una serie de tv. Aprovecho, de paso, para compartir mi pasión por esta entrañable y profunda pieza de arte televisivo, obra del maestro Shawn Ryan, que desgraciadamente fue cancelada tras su incomprendida primera temporada.
Hank y Brit son dos detectives privados de poca monta y de vidas desordenadas y un tanto desastrosas. La pista de investigación sobre la muerte de un viejo amigo de Hank les ha llevado hasta un poderoso hombre de San Diego al que han conseguido encarcelar por la muerte de una joven.
El giro de tuerca (aquí se empiezan a colocar las piezas del tablero de este episodio) viene cuando el enemigo de nuestros protagonistas les pide ayuda para proteger a su familia; en realidad, él tiene información que pondría en peligro a personas muy temibles y sin el menor escrúpulo, quizás la misma información que puso en el punto de mira al amigo de Hank.
Deben ayudar a su enemigo; como conflicto principal no está mal.
La bomba (cautivar): para proteger a su familia, precisamente, deben robarle una cantidad astronómica de dinero. Aquí el diálogo funciona a la perfección para dejar atónito al espectador.
"¿Hacer el qué exactamente?".
"Robarme un cuarto de millón de dólares".
Y la escena culmina con un juego de silencios en dos primeros planos que muestran la expresión de sorpresa de Hank y Brit. Tras el silencio, irrumpe con fuerza la cabecera, y el espectador está atrapado.
PD: Me encanta el estilo setentero y playero de la cabecera. De las mejores que he visto.
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